Resumen:
Durante la década de los setenta del siglo pasado, en la ciudad de Toluca, Estado de México, se produjo un cambio en la estética urbana, de pronto la ciudad universitaria se vio invadida por una pintura monumental que cubrió parte de la zona rocosa del cerro de Coatepec y un área extensa que incluía las escalinatas, las gradas y la fachada del Estadio Universitario Alberto “Chivo” Córdova de la Universidad Autónoma del Estado de México (uaem). Una obra de dimensiones monumentales que supera los 22 000 metros cuadrados y requirió de cuatro años de trabajo. El responsable de esta intervención artística fue el muralista mexiquense Leopoldo Flores (n. 1934), quien con el apoyo de dos colaboradores y la participación de cientos de habitantes de diferentes edades y estratos sociales, la realizó inicialmente bajo el concepto de Arte Abierto, nombrándola tiempo después Aratmósfera. La participación del público, tanto en la intervención del cerro y del estadio como en la aportación de materiales, fue factor determinante para que a principios de 1977, Flores publicara, como líder de los artistas, el manifiesto del grupo, el cual pregona que el arte debía salir de los museos y estar expuesto en la calle para lograr una comunicación más directa con el pueblo. De esta manera se hacía pública la ideología de los integrantes, la intención comunicativa de la colosal obra y se justificaba, en parte, la realización del proyecto en la ciudad universitaria. ...