Resumen:
Este método pionero involucra el uso de luz en longitudes de onda de 280-570 nm,
para controlar la actividad de los canales iónicos de rodopsina y halorodopsina en neuronas de
hipocampo, giro dentado y cerebelo. De esta forma se emula un interruptor molecular en el
intrincado circuito neuronal, que activando o inhibiendo una neurona individual e incluso varios
conglomerados de redes neuronales permiten un control de la actividad eléctrica neuronal.
Los sustratos clave usados en la optogenética son proteínas sensibles a la luz denominados
«actuadores optogenéticos» los cuales son una subfamilia de proteínas retinilidenas (rodopsinas)
que funcionan como canales iónicos sensibles a la luz.
La optogenética se ha aplicado con éxito en la investigación en neuromodulación, mostrándose
como una prometedora herramienta para el tratamiento de varias enfermedades motoras
neurodegenerativas al inhibir circuitos hiperactivos de forma selectiva y precisa, ello sin los
efectos lesivos secundarios de la quimioterapia común y con la garantía posible de que el
procedimiento tenga un efecto a largo plazo sobre la base funcional.
Descripción:
Los sustratos clave usados en la optogenética son proteínas
sensibles a la luz. El control neuronal preciso es logrado
usando los denominados «actuadores optogenéticos» los
cuales son una subfamilia de proteínas retinilidenas (rodopsinas)
que funcionan como canales iónicos sensibles a la luz
sirviendo como fotorreceptores sensoriales en las algas verdes
unicelulares, controlando el fenómeno de la fototaxis.
Estos canales que se denominan «canalrodopsinas (ChR)»
son expresados en las células de otros organismos como las
medusas y algunas archeobacterias, permitiendo controlar
la excitabilidad eléctrica por medio del influjo de calcio.