Resumen:
Desde el siglo XIX, se creía que la distribución y comportamiento de las enfermedades se debía, fundamentalmente a las condiciones ambientales a que está sujeto el hombre durante su vida, por ese motivo la comunidad era potencialmente susceptible de padecer las mismas dolencias, pero también se consideraba que diversos grupos sociales, países o regiones, podían presentar su morbilidad propia. Entre los factores que condicionaban estas enfermedades, no solo se consideraban los elementos del medio físico –temperatura, humedad, altitud, etcétera-, o biológicas –animales, plantas-, sino también al ambiente socioeconómico y cultural en que vive el hombre.