Resumen:
Dentro del contexto económico actual, en donde empresas de cualquier tamaño necesitan
adaptarse rápidamente a los cambios con el fin de mantener el posicionamiento en sus
respectivos mercados, es necesario prestar especial atención a aquellas actividades que
podemos controlar e incluso mejorar (ambiente interno) y no centrarnos únicamente en
aquellas que dependen de diversos factores y escapan a nuestro control (ambiente
externo).
Es decir, el primer paso debe ser mirar hacia dentro de la organización, detectar
debilidades y fortalezas, y en la medida de lo posible proponer recomendaciones que
contribuyan a mejorar su rendimiento. Para tal fin, se hace uso de diversas herramientas,
una de ellas es la auditoría administrativa.
La auditoría administrativa nos permite evaluar una organización o una parte de ella, su
importancia y aceptación radica en su utilidad para determinar la eficiencia del área objeto
de estudio.
Durante su aplicación se lleva a cabo una revisión de los objetivos, planes, políticas y
programas a fin de garantizar su correcta aplicación. Uno de los objetivos primordiales es
encontrar fallos o deficiencias, y en base a ello se presentan sugerencias y soluciones
que proporcionen un beneficio.