Resumen:
Ante las severas condiciones sociales y económicas que enfrenta el campo mexicano, el turismo surge como una alternativa para generar ingresos y ampliar el espectro de las actividades agropecuarias. En los últimos años se ha hecho evidente el auge internacional de actividades turísticas alternativas, que tienen como foco a las comunidades rurales, con lo que se persigue un doble objetivo: generar propuestas innovadoras de desarrollo local y resignificar la actividad turística convencional. Este diagnóstico se basa en la necesidad de pensar en un turismo en áreas rurales que no se límite a ofrecer servicios de hospedaje y alimentación, sino que tenga como sustrato básico el patrimonio rural, que sean las mismas comunidades depositarias del capital rural quienes gestionen, evalúen y se beneficien del aprovechamiento turístico del territorio.