Resumen:
La producción de alimentos orgánicos en México va en incremento, este sector se caracteriza por estar integrado en su mayoría por pequeños productores, que frente al sistema de importación de alimentos orgánicos industrializados se encuentran en desventaja. En consecuencia, se han buscado iniciativas para mejorar las condiciones de producción y comercialización, entre ellas la creación de tianguis y mercados orgánicos, con la finalidad de beneficiar a los productores, comercializar productos locales y tener un acercamiento con el consumidor. No obstante no solo hay un intercambio de productos, también se tejen relaciones de confianza, respeto y solidaridad, a pesar de que están en riesgo debido a la falta de apoyo gubernamental y social. El objetivo del presente trabajo es documentar la importancia de la creación y evolución de éstos espacios en el centro de México, vistos como una opción de desarrollo económico y social, mediante revisión bibliográfica y visitas a éstos espacios.
Descripción:
En México, en 1963 inició la agricultura orgánica con la producción de café en regiones indígenas y áreas de agricultura tradicional en los estados de Chiapas y Oaxaca (Red Mexicana de Tianguis y Mercados orgánicos, 2014; Schwentesius, 2010). Posteriormente, para el 2009 México contó con el mayor número de granjas orgánicas en el mundo, ocupando el quinto lugar global con respecto al volumen de rendimientos. En el mismo año, el Gobierno hizo oficial la Ley de Productos Orgánicos, reconociendo de esta forma la importancia y el crecimiento de la industria y, en consecuencia la necesidad de desarrollar un marco regulatorio para su certificación; sin embargo, para el 2014 paso al lugar número 20 dentro de los principales países productores de alimentos orgánicos (SAGARPA, 2014a), mostrando su vulnerabilidad frente a productos industrializados.