Resumen:
En diversos sectores sociales hay una polémica sobre el impacto de los cultivos transgénicos, tanto en la esfera productiva como sobre la salud humana y el medio ambiente. de ahí que exista una seria preocupación ente los científicos, actores políticos organismos reguladores y la sociedad acerca de la divulgación generalizada de los cultivos genéticamente modificados; sin embargo, la relación entre estos actores no se ha podido consensuar, de tal forma que la percepción pública en contra aparece en los foros políticos como un rechazo a la implementación comercial de esta tecnología. El objetivo del artículo es analizar los avances que se han tenido en algunos países en legislación del uso de los organismo genéticamente modificados (OGM), como un bien o servicio a la sociedad o como amenaza a la diversidad genética, que es quizá la arena internacional donde México deba luchar por el maíz nativo. Como reflexión final, se tiene que los efectos adversos de los marcos regulatorios en materia de bioseguridad son a menudo inciertos o incluso desconocidos y, por lo tanto, el equilibrio entre los riesgos y los beneficios es difícil de evaluar; por ello, mientras no se conozcan, las sociedades deban utilizar los recursos precautorios disponibles en sus marcos legales para evitar los posibles riesgos de pérdida de la bioseguridad y soberanía alimentaria.