Resumen:
En México los productores de maíz conservan este cultivo por razones sociales, económicas, culturales. A pesar de los varios decenios de mejoramiento genetico y la promoción de las variedades resultantes, gran parte de los productores mexicanos sigue sembrando las variedades locales de maíz (Keleman y Hellin, 2013: 3), por que las semillas criollas poseen mejores capacidades de adaptación a sequias, suelos pobres, condiciones climáticas extremas, e incluso pueden ser más resistentes a plagas y enfermedades (Perales et al. 2003). En el Estado de México más del 80% del área sembrada con maíz está cubierta por variedades criollas de este cereal. De acuerdo con las cifras del SIAP sugieren que cada año se producen casi 50.000 toneladas de grano de variedades para especialidades, incluyendo el maíz de colores (rojo, rosa o azul) y el pozolero (cacahuacintle) (Keleman y Hellin, 2013).