Resumen:
La producción ganadera contribuye con alrededor del 18% de metano (CH⁴) y el 9%
de las emisiones de dióxido de carbono (CO²) de producción, que se han implicado
en causar el cambio climático. El metano, CO², hidrógeno (H²) son los principales
gases producidos durante la fermentación ruminal, lo que provoca una pérdida de 2
a 12% de la energía de la dieta de los rumiantes (Johnson y Johnson, 1995).
Mejorar la utilización de piensos y el rendimiento animal es el principal objetivo de
los nutricionistas; Sin embargo, deben considerarse las obligaciones sociales y
ambientales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Se
han utilizado estrategias nutricionales incluyendo levadura (Elghandour et al., 2017),
sal de ácidos orgánicos (Elghandour et al., 2016), enzimas exógenas y aceites
esenciales para controlar la producción de metano ruminal de los rumiantes (Kholif
et al., 2017B).