Resumen:
En México, se ha presentado un crecimiento de la población ovina en las últimas dos décadas (de 6.5 a 8.5 millones de ovinos). Sin embargo, aún no se cubre la creciente demanda de carne ovina a nivel nacional por lo que nuestro país se ha distinguido como uno de los principales importadores de carne ovina. Por lo anterior, es necesario comprender las interacciones de la ganadería ovina con su contexto físico-biótico, económico, socio-territorial y tecnológico para el diseño y planificación de estrategias de desarrollo. El objetivo de esta investigación fue analizar la producción ovina en México; delimitar y caracterizar las zonas y unidades de producción ovinocultoras en Michoacán; por último, evaluar la sostenibilidad de unidades de producción ovina en la zona de mayor importancia.
Lo anterior se desarrolló bajo cuatro niveles de análisis mediante el enfoque de Jerarquización de Sistemas. El primer nivel analizado fue el suprasistema “México”; esto con la finalidad de conocer el contexto de la producción ovina del país y cómo impacta en las unidades de producción. En este trabajo se encontró que a pesar de la inflación acumulada (953%) y la devaluación del peso frente al dólar (889%) durante el periodo de 1980 al 2010, la ovinocultura ha sido una opción para la economía agropecuaria, debido a que es la carne con mayor precio, comparada con la de otras especies pecuarias, tanto en pie como en canal. Dicha situación se reflejó en el crecimiento del rebaño nacional y en el estado de Michoacán, así como en el incremento de la producción tanto en pie como en canal, puesto que los productores diversificaron con esta especie sus unidades de producción familiar.
El segundo nivel analizado fue el metasistema “Michoacán y sus zonas ovinocultoras”, en el cual se realizó la delimitación y caracterización de las zonas de producción ovina con el propósito de conocer el desarrollo de esta actividad e identificar los mecanismos en que operan, las limitantes, potencialidades y oportunidades que tiene cada zona ovinocultora. Para dicho estudio se identificaron y caracterizaron cuatros zonas: Zona Ovinocultora del Altiplano Michoacano (ZOAM), Zona Ovinocultora del Bajío Michoacano (ZOBM), Zona Ovinocultora del Trópico Subhúmedo (ZOTS) y Zona Ovinocultora del Valle de Apatzingán (ZOVA). En este nivel se abordó el Sistema “Unidades de Producción Ovina” (UPO) y a la unidad menor de análisis “Subsistema ovino”, en donde se realizó la caracterización socioeconómica y tecnológica de las UPO y de sus subsistemas ovinos por zona. Se recabó información de enero a diciembre del año 2011, mediante un estudio de corte transversal en 152 UPO, se aplicó un cuestionario a través de una entrevista a los productores y la información se analizó utilizando estadística descriptiva (Excel). Se observó que la ZOAM fue la zona de mayor importancia por su producción y población ovina, posiblemente por la cercanía al Estado de México (mayor productor, acopiador y consumidor de ovinos a nivel nacional); así como por poseer el mejor clima (templado-semifrío) que coincide con la zona de confort para la especie.
El último trabajo consistió en la evaluación de la sostenibilidad de las UPO de la ZOAM mediante el Método IDEA (Indicadores de sostenibilidad de las Explotaciones Agrícolas) y un análisis multivariado de conglomerados con el método jerárquico de Ward que permitió identificar cuatro grupos de UPO los cuales fueron: I) Ineficientes en la superficie cultivada, II) Intensivos-Atomizados, III) Económicamente Independientes y IV) Agricultura de Subsistencia. En general, se concluye que las unidades de producción ovina de la Zona Ovinocultora del Altiplano Michoacano, no han alcanzado un estado de sostenibilidad aceptable, debido a que la principal limitante se presentó en la Escala Agroecológica, con puntajes menores a 50/100 unidades de sustentabilidad (US). Lo anterior, se asoció a su limitada superficie agropecuaria, lo cual pone en riesgo su permanencia y transmisibilidad para las generaciones futuras. Sin embargo, se observó una diversidad de especies pecuarias con las que alcanzan el autoabasto y han logrado generar recursos económicos para la familia, lo cual les ha permitido permanecer a través en el tiempo.