Resumen:
Las transformaciones de la demanda turística, en nuestro país han posibilitado que se generen nuevos destinos y alternativas, que responden a las recientes expectativas de los viajeros. Dichas expectativas emergen en el contexto de la globalización económica y cultural, que debido a la homogeneización en los hábitos de consumo y en los estilos de vida, generan una respuesta social que se orienta hacia el consumo diferenciado como una forma de resistencia identitaria y un marcador de la calidad de vida. De acuerdo con ello, el ocio turístico ha incluido nuevos objetos y atractivos naturales y culturales que se distinguen de los convencionales de sol y playa.