Resumen:
La investigación en torno al fenómeno del turismo residencial es uno de los campos más jóvenes de la investigación científica en México relacionada con el turismo. Conceptualmente el turismo residencial es un fenómeno que escapa a las explicaciones convencionales del turismo, por lo que requiere un marco explicativo de mayor envergadura para dar cuenta de su compleja movilidad. En tanto segmento de mercado, su comportamiento reviste particularidades específicas, tal como la vinculación directa del turista con un mercado inmobiliario; con relación a los impactos ambientales y socioculturales, éstos son mucho más directos con la población local debido a la apropiación territorial de los recursos y la relación a mediano y largo plazo entre turistas-residentes y pobladores originarios.
Así entones, a partir del trabajo de la Red de Investigación Turística (RIT), se optó por llevar a cabo un estudio comparado focalizado sobre el comportamiento del turista residencial nacional y extranjero, para examinar tanto el comportamiento territorial y los cambios de uso del suelo, como el componente social y los imaginarios que estructuran esta actividad en la práctica. En este tenor, el objetivo del libro es el de diferenciar el comportamiento del turista residencial en tres destinos turísticos del país: Corredor Tijuana-Rosarito-Ensenada, Malinalco y Puerto Morelos, con el propósito de reconocer las transformaciones socio-espaciales que se suscitan por el crecimiento de esta modalidad turística en las zonas norte, centro y sur de México, así como los imaginarios que los motivan.
El libro se integra por seis apartados: una introducción que refiere el propósito y estructura de la obra; un primer capítulo que presenta una revisión del estado del arte del turismo residencial realizada por los doctores Raquel Huete y Alejandro Mantecón, investigadores de la Universidad de Alicante, España, especialistas en el tema de turismo residencial. En un segundo capítulo se expone el caso del corredor costero Tijuana-Rosarito-Ensenada en Baja California, elaborado por la Dra. Nora Bringas Rábago, quien sobre la base de las categorías teóricas de comunidad transfronteriza y de imaginarios, ilustra históricamente la conformación de los asentamientos de segundas residencias y los distintos tipos de alojamientos que existen; construye además una tipología de cinco perfiles de turistas a los que asocia valoraciones como el paisaje, la vida transfronteriza y la sociabilidad para ilustrar los imaginarios que subyacen en su comportamiento.
En un tercer capítulo se presenta el caso de Malinalco, Estado de México, elaborado por la Dra. Maribel Osorio García, quien lleva a cabo un estudio desde la posmodernidad (lo experimentado, lo percibido y lo imaginado) para explicar las transformaciones socio-espaciales producidas por el turismo residencial en la localidad, y perfilar una tipología de turistas residenciales domésticos a los que se asocian distintos imaginarios, logrando distinguir interpenetraciones pre y posmodernas en el fenómeno de expansión del turismo residencial. El cuarto y último capítulo ofrece el caso de Puerto Morelos en la región turística de la Riviera Maya, elaborado por la Dra. Pricila Sosa Ferreira, quien establece una tipología de los turistas residenciales tomando como eje de análisis su procedencia, distinguiendo sus perfiles sociodemográficos y explicando la afinidad de los turistas residenciales extranjeros y nacionales a un modelo turístico de bajo impacto, en busca de una mejor calidad de vida y del disfrute de una población pequeña y tranquila en el mar Caribe, como parte de sus imaginarios. Finalmente, el libro presenta un apartado de conclusiones que integra los resultados de los casos de estudio en dos sentidos: con respecto al perfil de los turistas extranjeros y domésticos, y con respecto a los imaginarios y los espacios simbólicos, los dos ejes analíticos que cruzaron toda la obra.
Los casos de estudio que se incluyen en el libro ilustran los distintos procesos que se viven en el extremo noroeste, en la zona centro y en el extremo sureste del país con respecto al turismo residencial. Los tres revelan similitudes y diferencias a partir de las dinámicas de sus contextos, que, en cierto modo, expresan diferentes realidades turísticas en México.
Los resultados obtenidos enriquecen el conocimiento que se tiene sobre los comportamientos socioespaciales del turismo residencial. Por una parte, se confirma ampliamente que los diferentes perfiles de los turistas residenciales transforman las realidades locales, pero además se precisa que es a partir de factores como la distancia origen-destino y la socialización con la comunidad anfitriona, que se definen los procesos particulares de la transformación, marcando formas específicas de apropiación de la vivienda y de la configuración y crecimiento urbanos. Por otra parte, se identificó que los espacios residenciales presentan una dualidad no sólo funcional sino simbólica, en la que se distinguen los espacios turísticos privados de los espacios locales privados, y que incluso dichas representaciones espaciales tienen una expresión local y otra regional que pueden sobreponerse entre ellas mismas. Así también se corrobora que la búsqueda de una "mejor calidad de vida" y/o una "evasión hacia la buena vida" de parte de los turistas residenciales es la principal motivación del desplazamiento, pero se redimensionan los imaginarios del "regreso a la naturaleza" y la "conformación de comunidades imaginadas", como aquéllos que le otorgan sentido a la residencialización turística y dan origen a las motivaciones de los turistas. Así entonces, tiene cabida la argumentación de que el turismo residencial otorga la vivencia del localismo, de la contra-urbanización, de la descentralización y de la supremacía del poder financiero, que son constitutivos de la posmodernidad.