Resumen:
La política cultural que impulsa el Estado mexicano no sólo se centra en el apoyo, promoción y difusión de la actividad artística, sino se interesa por todas aquellas manifestaciones que fortalecen la identidad nacional, regional y local. Por ello, son también de interés las tradiciones y las expresiones populares, la cultura masiva y todos los recursos que abrigan la vida en común. Si alguna vez hubo un dilema entre la cultura circunscrita al arte y la cultura pensada como aquello que da sentido a la convivencia social, las instituciones culturales del país, tanto las federales como las estatales y locales, han tratado de difuminar esa frontera adoptando una postura de largo aliento en el trabajo cultural.