Resumen:
La concepción de los llamados vectores de sustentabilidad (conocimiento, gestión, innovación, tecnología y talento) ha generado modelos organizacionales para calificar a las diversas organizaciones como inteligentes, entre las que se encuentran las turísticas, pretendiendo que la sumatoria de ellas distinga a los destinos turísticos en ese tenor. Sin embargo, para darles el calificativo de “turísticos inteligentes” a ese tipo de destinos tendrían que abordarse esos vectores de una manera crítica y
compleja, más allá de la sumatoria de empresas y organizaciones turísticas que, por su “innovación sustentable” –en la gestión de negocios–, se reduce a procesos operativos
internos propios de las empresas: la gestión ambiental, la tecnología verde (basada en las energías renovables), la innovación de procesos, productos y servicios, el reciclaje, los insumos y los desechos de los procesos de producción u operación. Incluso se han agregado, entre esos aspectos de innovación y sustentabilidad, factores externos como la gobernanza, haciendo parecer que estas “empresas inteligentes” han abarcado “todo”, pero en realidad están fraccionado ese “todo” porque no se articulan integralmente en la sociedad.