Resumen:
En México la producción de pepino tiene una relevante importancia productiva y económica a nivel nacional e internacional. Uno de los principales productores de Cucumis sativus L, es Sinaloa con un rango de 33.9% seguido por Sonora con un 18%, El incremento del precio medio rural de pepino en Sinaloa, 44.5% comparado con el 2018 fue un factor para que el estado obtuvieramayores ingresos para la venta de la cosecha de la cucurbitácea, mil 865 millones de pesos. La menor superficie sembrada fue (17.4) y el incremento un 2.4 veces en los siniestros 2019, hicieron que la producción de esta hortaliza disminuyera 22.9% en comparación del año pasado. Consumo anual percapita 139g, Participacion en la producción nacional de hortalizas 5.3% Servicio de Produccion Agroalimentaria y Pesquera (SIAP, 2019).
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (2019), indica que hay una preferencia de la agricultura protegida como una alternativa sobre la producción agrícola a campo abierto; desde el punto de vista ambiental y social. La tecnología es trascendental para aumentar la producción y la productividad en el campo mexicano para los cultivos que se puedan obtener bajo estas condiciones productivas, la cual está sujeta a ciertas condiciones de normatividad que se debe de cumplir sobre todo cuando se habla de la producción con fines de exportación, lo cual también tiene los incentivos económicos para los productores para que puedan atender el mercado internacional.
Cualquier tipo de inversión en la agricultura protegida puede generar beneficios ambientales y sociales sobresalientes de alta prioridad de acuerdo con lo que se plantea en un Plan Nacional de Desarrollo lo que debe de promoverse como inversiones sostenibles. En este contexto, el estado a través del Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) tiene el propósito de apoyar al campo a través de intermediarios financieros en todo el territorio mexicano en donde todo sujeto de crédito debe de cumplir con los criterios de viabilidad financiera para poder acceder a estos préstamos, sin embargo, también se debe de considerar otros factores que pueden poner en riesgo la actividad productiva, tales como el comportamiento de clima como son los ciclones, huracanes, el control de plagas y enfermedades, la disponibilidad de la mano de obra en la región, entre otros, los cuales pueden definir el éxito de cualquier inversión en el sector primario (Banco Interamericano de Desarrollo, 2019).
En México, la responsable de administrar los recursos federales, así como las estadísticas de los indicadores productivos y económicos que se han generado en el sector agrícola al desarrollo rural, es la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). En este escenario sólo se presentan estadísticas de pepino en general y no de pepino persa. El pepino es un producto de relevancia económica para el mercado internacional particularmente hacia Estados Unidos, que es considerado el principal mercado de venta de los productores mexicanos.
Un aspecto para resaltar es que fueron inversionistas americanos los que impulsaron la producción de pepino en México, escogiendo al estado de Yucatán para dicha actividad; sin embargo, factores como la alta humedad, temperaturas elevadas, las características del suelo fueron las limitantes para el desarrollo de este sector.
Frente estos problemas, los inversionistas buscaron nuevas opciones y optaron por el estado de Sinaloa en donde encontraron suelo y microclimas más idóneos para la producción de la hortaliza, la cercanía al mercado norteamericano lo que llevó a la expansión de la actividad en este estado. Se observo un alto potencial en la generación de divisas, sino también en la demanda de empleos. La buena adaptabilidad provocó que se extendiera hacia los estados de Michoacán, Morelos, Veracruz, Baja California, Guanajuato y Jalisco (ASERCA, 2015).
En México treinta entidades federativas producen pepino en una superficie cosechada promedio de 17,129.1 hectáreas de acuerdo a la información estadística de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, estos estados produjeron un millón de toneladas los cuales se han destinados a los mercados nacionales e internacionales, es una hortaliza que viene demostrando un fuerte dinamismo debido a que presentó una tasa de crecimiento de 9.0% en el periodo 2012-2018, es una hortaliza que tiene mucha presencia en los diferentes alimentos que se consumen en la dieta alimenticia de la sociedad mexicana (SIAP, 2019).
Cuando se analiza la superficie cosechada siempre supone una relación directa con el volumen de producción, en 2018 se cosecharon en el país 19,597.0 hectáreas, en las cuales se generaron 1’072,047.6 toneladas. Las tres entidades federativas más sobresalientes en el uso de sus tierras para la producción de la hortaliza fueron Sinaloa, Michoacán y Sonora que aportaron el 22.4, 19.4 y 13.5% respectivamente y de manera conjunta 55.3% de la superficie cosechada a nivel nacional.
Sin embargo, con relación al volumen de producción se encontró en orden de importancia que Sinaloa, Sonora y Michoacán son los más trascendentes con 33.5, 23.7 y 9.6% de la oferta nacional respectivamente. Michoacán paso del segundo lugar en superficie cosechada al tercer lugar en volumen de producción y la variable que puede explicar este comportamiento es el nivel de rendimiento del pepino en cada una de estados productores, en ese sentido, se visualizó que Sonora obtuvo 95.9, Sinaloa 71.2 y Michoacán 27.2 toneladas por hectárea.
SAGARPA 2019
Rank Entidad Federativa Región Volumen(toneladas) Variación (%) 2018-2019 Total nacional 826,485 -22.9
1 Sinaloa Noroeste 268,878 -25.0
2 Sonora Noroeste 152,457 -39.9
3 Michoacán Centro-Occidente 67,653 -34.6
4 Morelos Centro 52,103 6.1
5 Guanajuato Centro-Occidente 43,539 -13.6
6 Yucatán Sur-Sureste 36,062 -0.5
7 Baja California Noroeste 29,622 -40.3
8 San Luis Potosí Centro-Occidente 27,530 21.9
9 Zacatecas Noreste 22,679 -16.3
10 Jalisco Centro-Occidente 20,454 -4.1
Resto 105,508 5.8
El estado de mayor producción y que por tradición ha sido el más importante en la producción de pepino particularmente para el mercado de exportación es Sinaloa que aportó el 39.7% de la producción nacional, debido a las condiciones del medio ambiente que ofrece para la producción, no solamente para esta hortaliza, presentó una tasa de crecimiento de 4.0%.
En consecuencia, Sonora ocupa el segundo lugar en la producción en México el cual ofertó el 15.8%, aunado a esto viene presentando un dinamismo muy acelerado debido a que presentó un crecimiento de 25.4% y su producción representó el 39.8% comparado con la producción de Sinaloa, en tercer lugar, se encontró a Michoacán que ofertó el 15.8%, que creció en 4.5% por debajo de la tasa de crecimiento nacional.
Son cinco los estados que producen pepino persa de acuerdo a las bases de datos oficiales del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) que es la responsable de diseñar y coordinar la operación del Sistema Nacional de Información del Sector Agroalimentario y Pesquero en México, sin embargo, hay otros estados productores como Guerrero y el Estado de México, lo cual indica que no hay un registro completo de las estadísticas de los estados productores de pepino persa en la República Mexicana. La actividad productiva del pepino persa en México es relativamente nueva, ya que en México a partir de 2015 el gobierno federal empezó́ a generar las estadísticas para la hortaliza en donde se observó que solamente se produjeron 363.9 hectáreas en donde participó Baja California con el 97.3% de la superficie cosechada, en donde prácticamente se mantenido la superficie cosechada ya que para 2018 fueron 315.4 hectáreas. Sin embargo, Sonora si tuvo un dinamismo en este rubro al presentar una tasa de crecimiento de 99.9%, de 10 hectáreas en 2015 sumo a 638 hectáreas en 2018
El cultivo de pepinos en campo abierto tiene sus propias características. La productividad depende en gran medida de las condiciones climáticas, por lo tanto, es necesario proteger a los pepinos de los daños al sol o de las heladas destructivas, entre otras cosas. El cuidado de los pepinos en campo abierto se complica por el desarrollo de numerosas enfermedades bacterianas e infecciosas que transmiten las aves y los insectos