Resumen:
La investigación tiene el propósito de analizar las relaciones que establece el pueblo Wixaritari con el maíz, así como sus implicaciones socioculturales, ambientales y acividades de subsistencia. En primera instancia, con base en la etnografía, se estudió la forma en que los Wixaritari de San Andrés Cohamiata y San José el Tesorero (Jalisco), laboran en el ciclo agrícola del maíz y lo soncronizan año tras año con las celebraciones rituales, la cacería de cérvidos, la migración y la peregrinación a Wirikuta. Esta forma única es denominada "el costumbre" y el maíz de colores tiene un lugar central. Destacan las celebraciones de Tatei Neixa, Cambio de Varas, Las Pachitas, Peregrinación a Wirikuta, Semana Santa, Hikuri Neixa en las cuales los participantes tienen una relación estrecha con las mazorcas de cinco colores (amarillo, azul, blanco, rojo y pinto). Cada una de sus ofrendas, ungidas con la sangre de los animales sacrificados, cantos y demás rituales, recalcan que la cultura Wixaritari no puede ser explicable en ningún sentido, sin el protagonismo de los significados mitológicos, rituales y laborales en torno al maíz, mismos que controlan y justifican la intromisión de nuevas actividades de subsistencia, como la artesanía de mayoreo, su comercialización y la migración nacional e internacional. Para comprender lo anterior, la investigación se apoyó en tres ejes analíticos, el primero da respuesta a la pregunta antropológica sobre el concepto sociocultural, el segundo eje aborda la Teoría General de Sistemas poniendo énfasis en las características ambientales de los sistemas, y el tercero discute y propone una nueva noción de las relaciones entre la naturaleza, la sociedad y la cultura que explican las actividades de subsistencia. Los resultados muestran una gran complejidad de redes de relaciones hacia el interior de las familias (Xirikite), la comunidad (Tukipa) y al exterior por los periodos de migración, y al igual que otros pueblos indígenas el maíz, es la parte estratégica para obtener la base de la alimentación. Por tal razón, los Wixaritari destinan todos sus esfuerzos económicos, rituales y sociales para “alimentar al maíz”, mediante ofrendas y sacrificios de animales, porque representa el fondo de remplazo, lo cual permite cumplir obligaciones religiosas y de la alimentación básica de las familias, donde la migración funge como una actividad que permite su cumplimiento.